Que viene el coco o la responsabilidad del informante

Leo estupefacta este artículo del mundo en contra de Google Apps.

Os pongo en situación. Un fictio empresario decide usar Google Apps, y debido a ello recibe varias inspecciones: de la Agencia de Protección de Datos, de la CMT, de riesgos laborales …

En el artículo se escenifica un supuesto dialogo con este empresario. El dialogo podría tomarse como una buena broma de los Monthy Phyton a no ser que el mundo es un medio que llega a millones de lectores, que se creerán esta cadena de despropositos.

Con vuestro permiso, me uno a la conversación que mantienen, e intervengo:

– Turno de la Agencia de Protección de datos:

– Y el servicio, ¿qué empresa se lo presta?

-Pues, quien va a ser, Google.

-Ya, pero ¿qué Google? ¿El de España, el de Irlanda, el de Estados Unidos…?

-Pues no sé, nosotros hemos contratado el tema a través de la página web de Google, donde pone que se contrata con ‘GOOGLE IRELAND LIMITED’.

Está claro, el contrato lo celebra con una empresa europea. Y ahora viene lo más jugoso. 

-Bueno, pero, ¿no tienen ustedes ningún contrato que conste por escrito o en alguna otra forma que permita acreditar su celebración y contenido?

-Pues no, más allá de este documento no, pero eso es suficiente, ¿no?

-Bueno, ya veremos. 

¿Ya veremos?. Hasta la administración permite los contratos electronicos. Si no fuera así, miles y miles de prestadores de servicios en todo el mundo estarían incurriendo en delito.

– En otro orden de cosas, los servidores de Google que prestan este servicio, ¿dónde se encuentran?

-Pues no sé. En estos papeles no pone nada, me imagino que estarán en Estados Unidos.

-Y en su documento de seguridad, ¿no consta la ubicación física de los servidores de correo?

Ni falta que hace. En los documentos de seguridad de la Agencia de Protección de Datos se inscriben FICHEROS (bases de datos). La AGPD y la Ley Orgánica de Protección de Datos se basa en FICHEROS, no en correos electrónicos.

– No utilizarán esto para almacenar datos de nivel alto, ¿no?

¿Quien almacena sus bases de datos en un email?. Las bases de datos están en hostings, en alojamientos, para poder manejarlas y mostrarlas en webs. Así que da igual que su ficheros sean de nivel alto, medio o bajo. Aquí se está hablando de las comunicaciones por email.

Y llega el turno del de la CMT. 

-Buenas, ustedes utilizan el servicio de Google Apps para dar correo electrónico a empleados, clientes y proveedores, ¿no?

-Sí.

-¿No saben que Google no está inscrito en el Registro de operadores de redes y servicios de comunicaciones electrónicas para servicios de correo electrónico? Además, por lo que veo, ustedes tampoco están inscritos…

Otro desproposito. Si mis empleados tienen correo con el dominio de mi empresa, ¿debo estar inscrita en el Registro de operadores de redes?.  En este supuesto, estariamos todos incumpliendo la ley.

Con respecto a clientes y proveedores, consultada la CMT, me han enviado este apartado de su Ley:

 Definiciones.

 28. Servicio de comunicaciones electrónicas: el prestado por lo general a cambio de una remuneración

Al cliente o proveedor que se le da un email para comunicarse con la empresa, NO se le cobra SOLO por esa dirección de correo. Al cliente se le cobra por otros conceptos (los servicios ofrecidos o por los bienes vendidos), y al proveedor se le da el email sin cobrarle por ningún concepto. No es el mismo caso que cuando contratas un servicio de correo con Hostalia, Acens o Arsys.

En definitiva, espero que esta campaña de despropositos del mundo contra Google no sea a cuento del enfado de Pedro J. al asunto de las vallas. La responsabilidad de quien informa debería tener como base, primero, la objetividad.